sábado, 26 de enero de 2013

La Leyenda del Apóstol Santiago


Santiago de Compostela, está unido al Camino y sus peregrinos, según Carlos Barros: “sin el Camino de Compostela ni Galicia, ni España, ni Europa existirían según hoy las conocemos”. La palabra peregrino en latín clásico significa “extranjero”, cuando se cristianiza se entiende por peregrino aquel que está lejos de su patria.

Las Tres Ciudades Santas

Fueron tres los grandes centros de peregrinación que hubo en la Edad Media. Jerusalén con los restos del Salvador Jesucristo, Roma con San Pedro y San Pablo, por último Santiago de Compostela con Santiago el Mayor. Una parte  significativa de la población medieval viajó, en algún momento de su vida, a alguna de  las tres ciudades santas de la cristiandad para rendir a los cuerpos-reliquias más señalados.


Pero las peregrinaciones a Jerusalén se complicaron. A partir de la primera cruzada, en 1095, la  peregrinación se arma y deviene en guerra santa para liberar el sepulcro del Salvador. En Roma se asociaba la atracción peregrina con un poder político derivado de un pasado imperial. Ambos casos se alejaban de los propósitos en principio piadosos y pacíficos del peregrino.

Santiago camino de Europa

Nos queda Santiago de Compostela que como la reconquista cristiana de la Península avanzaba territorialmente, el itinerario jacobeo estuvo suficientemente alejado de la guerra y del poder terrenal, convirtiéndose en un camino de paz. Por ello alcanzo su auge en los siglos XII y XIII, se construyeron hospitales, puentes y calzadas, ciudades, iglesias y catedrales que reanimaron la religiosidad y la economía europeas, y se fundaron órdenes militares y se tomaron medidas para facilitar el tránsito de los peregrinos. En el siglo XII se escribió el "Códice Calixtino"; primera guía del peregrino, la ciudad alcanzó su máximo esplendor. El Papa Calixto II concedió a la Iglesia Compostelana el "Jubileo Pleno del Año Santo" y Alejandro III lo declaró perpetuo, convirtiéndose Santiago de Compostela en Ciudad Santa junto a Jerusalén y Roma. El Año Santo se celebra cada vez que la festividad del Apóstol, el 25 de Julio, cae en domingo.

El Camino de Santiago, acercaba a los peregrinos al deseo colectivo de austeridad y pobreza evangélicas, el ejemplo viajero y mártir de Jesús que buscaban los fieles, y llegar hasta el fin del mundo de la cristiandad, puesto que el camino se alagaba hasta “Finis Terrae”. Por tanto se recuperan los valores apostólicos de  pobreza, la humildad y la predicación, haciendo que la masa de peregrinos haga de contrapunto a las desigualdades sociales. Santiago de Compostela no era solamente  de los gallegos, era también de los castellanos, los navarros y los aragoneses, no solamente de los pueblos ibéricos también de los franceses, los portugueses, los italianos, los alemanes, los daneses…

Autor: Manfred Zentgraf


Historia del Apóstol.

Conocemos la historia del Apóstol, fue hijo de Zebedeo y María Salomé, su hermano era San Juan el Evangelista. De hecho aparece en varias ocasiones en el evangelio. Después de la muerte de Cristo comienza a predicar en sinagogas de Judea y Samaria, por ello es condenado a muerte por Herodes Agripa en el año 44. Algunos historiadores como Louis Duchense o  Claudio Sánchez Albornoz constataron la inexistencia de pruebas documentales o arqueológicas acerca de la predicación de Santiago el Mayor, en Hispania.

Hasta que a fines del siglo VI para que, en un texto conocido como Breviario de los Apóstoles, se le atribuya la predicación en las regiones occidentales llegando hasta el río Ulla. Fue por esto por lo que la leyenda cuenta que cuando el Apóstol es decapitado, pero su cabeza no cae a tierra sino que queda entre sus brazos. De ellos nadie se la puede arrancar, entonces llegan sus discípulos que, tras recoger su cuerpo, trasladan los restos en una nave desde Jerusalén hasta Galicia, al puerto de Iria Flavia. Una vez en tierra, colocan sus reliquias en un carro tirado por toros, que no se detendrán hasta llegar a un punto, tierra adentro, donde se construye una tumba y un altar.

El obispo Teodomiro descubriendo la tumba del Apóstol.
Allí lo encuentra el obispo de Iria Flavia, Teodomiro, en el 830 y se lo comunica al rey Alfonso II quien proclamó al apóstol Santiago patrono del reino, edificando allí un santuario que más tarde llegaría a ser la Catedral. La realidad histórica del momento es que los reinos cristianos carecían de un centro religioso importante, puesto que Toledo, que había sido la capital y centro religioso del reino visigodo, estaba en territorio musulmán. Por esta razón se decide crear Santiago de Compostela con su Catedral para que cumpliese la función de centro religioso con las reliquias del Apóstol.

Esta historia dio lugar a numerosas leyendas como la que narra cómo Ramiro I, en la batalla de Clavijo, venció a las tropas de Abderramán II ayudado por un jinete sobre un caballo blanco que luchaba a su lado y que resultó ser el Apóstol. A partir de entonces surgió el mito que lo convirtió en patrón de la reconquista, Santiago-Matamoros. Estas historias se propagaron y así los peregrinos de todas partes de Europa comenzaron a trazar el camino.
Santiago matamoros en el Hostal de San Marcos de León.



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2 comentarios:

  1. Muy buena aportación. Gracias por acercarnos un poquito de historia, que nunca viene mal. Me encanta como explicas las cosas.
    Un abrazooo.
    Fran.

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