lunes, 18 de marzo de 2013

Córdoba


Pasan los siglos y la ciudad sigue siendo una joya. Córdoba es una de las ciudades con más historia de España, alberga edificios únicos en el mundo que no dejan indiferente a nadie. Su casco histórico es uno de los más grandes de Europa, haciendo que sea una ciudad con mucho encanto que ningún viajero puede dejar de visitar.





Edad Antigua

Desde temprana edad, las comunidades humanas se asientan en la región por su privilegiado enclave, en las orillas del río Guadalquivir. En la antigüedad, el río Guadalquivir, conocido como río Betis, era navegable hasta la ciudad e incluso aún más allá, entrando en la actual provincia de Jaén; era algo así como una "autopista" comercial, utilizada para comerciar con los metales de Sierra Morena. Pero además la región bañada por el río la hace al mismo tiempo muy fértil para los cultivos.

Y es precisamente remontando el río como llegan los cartagineses, a los que se les puede atribuir la fundación definitiva de la ciudad. En el 230 a.C., Amilcar Barca  la funda en honor a un general cartaginés que murió en una batalla cercana, este general se llamaba Juba. En cartaginés el término kart significa ciudad, como por ejemplo su capital Kartago (Cartago) o Kartago Nova (Cartagena) así que la ciudad se llamo Kart-Juba "ciudad de Juba" o Kartuba.

Época romana.

Los romanos toman el control de la zona en el 169 a.C. El pretór Claudio Marcelo refunda la ciudad cerca del asentamiento pre-romano, llamándola Corduba, por lo que simplemente "latinizó" el anterior nombre cartaginés  En el 113 a.C., la ciudad de Corduba se monumentaliza y se construye un foro, convirtiéndose en una de las ciudades romanas más importantes de la provincia de Hispania Ulterior.

El perímetro de la ciduad aún se hace visible
por el trazado de las calles.
Planta de la ciudad romana de Corduba
Colonia Patricia.
La ciudad tendrá un papel importante durante la Guerra Civil romana entre Julio Cesar y Pompeyo. Corduba era una ciudad patricia, es decir, que tenía población originaria de Roma, y además eran partidarios de Pompeyo, porque los hijos de Pompeyo le habían concedido a la ciudad el título de colonia patricia. Julio Cesar asedió la ciudad por el control del puente sobre el río Betis en el 45 a.C., pero no fue hasta después de la definitiva Batalla de Munda cuando pudo tomar el control total de la ciudad mediante la fuerza, matando a casi la mitad de la población. La ciudad fue repoblada a partes iguales con indígenas del asentamiento pre-romano y con ciudadanos llegados desde la mismísima Roma.

Templo romano dedicado al culto imperial, construido en el siglo I d.C.
Después de la Guerra Civil, la ciudad se recuperó y llegó a ser la capital de la provincia romana Hipania Ulterior (Hispania la "lejana"). Con el paso de la República al Imperio, se produce una reorganización de provincias, de modo que la antigua provincia de Hispania Ulterior, pasa a llamarse provincia de la Bética, de la que Corduba seguirá siendo la capital. El el año 4 a.C. nace Séneca en Corduba, este famoso filosofo, pensador y orador llegó a ser uno de los personajes más influyentes de su sociedad: fue Cuestor, Pretor y Senador del Imperio Romano además de ser el tutor y consejero del Emperador Nerón.

Con el Imperio, Corduba crece y se amplia, construyéndose: el puente romano, templos para ensalzar el culto imperial, acueductos, un nuevo foro colonial y edificios lúdicos como un teatro (situado bajo el actual Museo Arqueológico provincial), un circo y un anfiteatro (que fue el segundo más grande del Imperio, después del Coliseo de Roma) , para entretener a una gran cantidad de población, y hacer de esta ciudad, una de las más increibles de la época. 
El Punte Romano sigue siendo el acceso más pintoresco de la ciudad

Excavaciones del Palacio Maximiliano en la estación de Renfe.
Además, a finales del siglo III se construye al noroeste de la ciudad un palacio imperial para el emperador Maximiano Hercúleo,  cuya ruinas se pueden ver junto a la actual estación de ferrocarril. También en la contigua estación de autobuses se conservan las ruinas de un acueducto romano.

En época cristiana, es de destacar el hecho de que el consejero del emperador Constantino I el Grande era nativo de Corduba, el Obispo Osio, que fue además el encargado de presidir el Concilio de Nicea, que sentará las bases de la Iglesia Cristiana. Por tanto la ciudad acogió desde muy temprano el cristianismo.

Edad Media

Época Visigoda

Mosaicos de la Basílica de San Vicente Mártir
Cuando el Imperio Romano se desvanece, Corduba queda como una ciudad aislada e independiente que se sigue rigiendo según las instituciones romanas, pero la ciudad es saqueada por los pueblos bárbaros, primero los Vandalos y luego los Visigodos. La ciudad ofrece resistencia, queriendo que vuelva el imperio romano, así que piden ayuda al Emperador de Bizancio, Justiniano I. Así, durante un tiempo se crea la provincia bizantina de la Spania, que no durará mucho puesto que el rey de los visigodos, Leovigildo, aprovechará que el Imperio Bizantino tiene problemas con los persas en oriente para conquistar todo el sur peninsular. Pero gracias a esta breve ocupación bizantina se pueden explicar edificios cristianos con influencias del arte bizantino; algunos ejemplos son la Iglesia de los Tres Santos (actual iglesia de San Pedro) o la Basílica de San Vicente Mártir (de la que nos quedan sus mosaicos bajo la Mezquita de Córdoba).

En esta época la ciudad pierde mucho poder, ya que Corduba se mantiene católica frente a los visigodos que gobiernan el territorio que son arrianos (los arrianos eran cristianos que no creían que Jesús fuese el Hijo de Dios, ya que no se pudo salvar en la cruz).

Época musulmana

711, fecha clave para la historia de España. Los musulmanes pasan el estrecho de Gibraltar y se asientan en la península. Tomaron la Penísula Ibérica en muy pocos años puesto que en el 718 ya estaban a la altura de Pamplona. Estos territorios fueron tomados para el Califato Omeya de Damasco, y la ciudad de Córdoba se convierte en la capital dependiente de este Califato. Los Omeyas fueron la dinastía que venció a Alí (el yerno de Mahoma) y se proclamaron califas de todo el mundo árabe. Vivieron entonces una época de gran esplendor con su capital en Damasco, pero este esplendor se vino abajo cuando la familia de los Abasíes, (los cuales decían estar emparentados con la familia de Mahoma), asesinaron a toda la familia Omeya. Sólo sobrevivió un miembro de los Omeyas, Abd al-Rahman.

Mezquita Omeya de Damasco. Autor de la fotografía: Theklan
El joven Abd al-Rahman se exilia en el Magreb para alejarse de los centros de poder Abasies, los cuales pasan la capital a Kufa y luego a Bagdad. Allí consigue nuevos aliados, vencerá a los Abasies de la zona y pasa a organizar su dinastía en Córdoba, constituyendo así el Emirato de Córdoba en el 755. Abd al-Rahman I será proclamado Emir de Córdoba, pero no califa, ya que ser califa no es sólo ser rey sino que también es ser la cabeza religiosa del mundo musulmán, mientras que en el mundo cristiano suponía ser rey y papa al mismo tiempo. De hecho la palabra califa significa sucesor. Por tanto, Córdoba será independiente políticamente de Bagdad pero depende de ella religiosamente hablando. Aún así la ciudad comienza a crecer, se construyen nuevos edificios y se transforma por completo el urbanismo de la ciudad romana anterior. Además Abd al-Rahman I fue el que comenzó a construir la Mezquita de Córdoba sobre la Basílica de San Vicente Mártir.

En el 929, Abd al-Rahman III se convierte en califa y por tanto se constituye el Califato de Córdoba. Esto fue posible ya que poco antes se creó otro califato independiente del de Bagdad en Kairuán. En Córdoba hacen lo mismo y por tanto habrá tres califas al mismo tiempo: en Bagdad, en Kairuán (Túnez) y Córdoba. 

La ciudad más rica de todas ellas fue durante un tiempo Córdoba, y no solo del mundo musulmán sino de todo el mundo.

El interior de la Mezquita de Córdoba es el símbolo de la ciudad
Posiblemente fue la ciudad más grande de su época, muchos autores especulan con la población de Córdoba del siglo X, desde 450.000 hasta la poco probable cifra de 1.000.000, pero lo que seguramente sea cierto es que la Córdoba medieval era más grande que la ciudad actual. Esto es algo bastante fácil de deducir, ya que  a medida que la ciudad actual crece y se expande, salen a la luz nuevos restos arqueológicos de viviendas de época medieval. Al igual que ocurriera con la ciudad, la Mezquita de Córdoba vió la necesidad de ir creciendo, de tal modo que los distintos califas irán ampliándola poco a poco. 

(Haz click para ver la Mezquita de Córdoba)
Abd al-Rahman III fue proclamado califa en el año 929, su capital era la más prospera de todas pero deseaba hacer una demostración de poder aún mayor para intimidar a los otros dos califas, por lo que se propuso construir otra ciudad totalmente nueva: Madinat Al-Zahara, "la ciudad brillante" a 8 km al oeste de Córdoba.

Fachada principal de la casa de Ya´far. En Madinat Al-Zahara.
Restos de la Mezquita de Madinat Al-Zahara
Según el cronista y geógrafo árabe Al-Idrisi, la ciudad de Madinat Al-Zahara está situada en la ladera de la Sierra Morena, en un paisaje llena de almendros e higueras. Protegida por una gran muralla con un perímetro rectangular, Madinat Al-Zahara estaba dividida en tres terrazas jerárquicas: en la primera y más alta estaba el palacio del califa rodeado de jardines y huertas; la segunda e intermedia, era donde estaban las dependencias burocráticas y las viviendas de los ministros; y la más baja, donde estaba la Mezquita, la casa de la moneda, el centro artesanal de la ciudad, el zoco y las casas de la población. En los costados de la ciudad era donde se situaban los cuarteles de caballería e infantería para proteger la ciudad.

Pero Córdoba seguía siendo la gran ciudad, durante el reinado del califa Al-Hakan II la ciudad se transformó en un gran centro cultural y de intercambio de conocimientos. Córdoba fue un lugar único en el mundo al que acudían gentes de todos los reinos y de todas las religiones. Consiguieron así tener la mayor biblioteca de la época con un gran número de volúmenes, hasta 400.000 (para la Edad Media es una barbaridad, ya que un monasterio cristiano podría tener en su biblioteca 100 volúmenes como mucho). Gracias a todo esto, se escribieron postulados sobre filosofía, medicína o matemáticas, destacando los del  judío Maimonides o el musulmán Averroes.

Las calles del centro de Córdoba conservan
su trazado de época musulmana.
Con la muerte de Al-Hakan II surgen problemas hereditarios, su hijo heredero Hisham es demasiado joven para reinar, con lo cual unos proponen como regente a Al-Mushafi, y otros prefieren que herede el hermano de Al-Hakan II, Al-Mughira. Para asegurarse el puesto, Al-Mushafi ordena asesinar al Al-Mughira y la persona encargada de hacer este sucio trabajo sera Almanzor. Por lo tanto, habrá un periodo de regencia en el Califato de Córdoba en el que Almanzor irá subiendo en la escala de poder,  llegando incluso a salvar al principe Hisham II de ser asesinado, y la gente lo conocerá como el salvador de la dinastía y del califa.

Todo ello hizo que el joven Hisham II delegase su poder en Almanzor, y este comienza su propia dictadura militar y expulsa al regente Al-Mushafi. Con todo el poder en sus manos, manda construir otra nueva ciudad, para así abandonar Madinat Al-Zahara y trasladarse a la nueva Madinat Al-Zahira, "la ciudad resplandeciente". También Almanzor realiza la última ampliación de la Mezquita de Córdoba, haciendo de ésta la segunda más grande del mundo, por detrás de la Mezquita de la Meca. (Más tarde será superada por la Mezquita Azul de Estambul).

Almanzor llevó a cabo varias campañas militares contra los reinos cristianos del Norte para asegurar así rutas comerciales. Según la leyenda, Almanzor llegó a Santiago de Compostela para así destruir el templo prerrománico de la ciudad, respetó la cripta del Apóstol, pero se llevó consigo las campanas de la iglesia destruida hasta Córdoba. Las campanas son un símbolo cristiano así que con esto quería declarar la supremacía musulmana sobre estos reinos. Fueron llevadas por los cristianos prisioneros hasta la capital califal, y no volverán a Santiago de Compostela hasta que Fernando III el Santo tome la ciudad.

Una las puertas de la Mezquita de Córdoba
correspondiente a la ampliación de Almanzor
El Califato de Córdoba llegará a su fin poco después, en un periodo conocido como la Fitna, que significa en árabe división o guerra civil. Esta guerra enfrentará a los hijos de Almanzor contra los Omeyas, que reclaman el trono califal. Esta guerra comenzó en el año 1009 y dejará Córdoba saqueada, su alcazaba destruida, y sobretodo, la ciudad que Almanzor había mandado construir, Madinat Alzahira, totalmente desaparecida. Fue tal su destrucción que hoy en día solo se sabe que se encontraba en la margen derecha del Guadalquivir; fue literalmente borrada de la historia ya que muy poca gente sabe de su existencia. Según algunos cronistas, su palacio era más grande y lujoso que el de Madinat Al-Zahara. Finalmente, el Omeya Muhammad, bisnieto de Abd al-Rahman III vence a los hijos de Almanzor, pero su reinado dura tan solo un año, empezando así una etapa de decadencia en la que se suceden hasta 10 califas distintos en muy poco tiempo. Se independizan ciudades lideradas por diferentes tribus bereberes y por tanto se rompe la unión,  apareciendo ahora  los distintos emiratos independientes conocidos como los Reinos de Taifas.

Se acaba así la hegemonía de Córdoba, y se proclama la Taifa de Córdoba en 1031; fue la ultima en declararse independiente ya que era el antiguo centro de poder califal. De hecho, ni siguiera fue una Taifa importante ya que fue conquistada en 1070 por la Taifa de Sevilla.

Época cristiana

Iglesia de Santa Marina de Aguas Santas, una de las
iglesias fernandinas de la ciudad.
La debilitación y la división del territorio fue aprovechada por los reinos cristianos, que avanzaron conquistando toda la península desde el Norte. Tomaron la importante y simbólica ciudad de Toledo en 1085 pero Córdoba no cayó hasta 1235. Fernando III el Santo entra en la ciudad y comienza a construir iglesias en la misma, algunas de ellas ocuparán el mismo lugar donde anteriormente los musulmanes habían destruido las iglesias visigodas y colocando sobre ellas mezquitas.

La Mezquita de Córdoba fue consagrada a  la Virgen de la Asunción y se construye una capilla en su interior, así que a partir de este momento pasa a ser una Catedral.
Monumento dedicado al
Arcangel San Rafael.

En el siglo XIV,  el Arcangel San Rafael se convertirá en el custodio de la ciudad, puesto que se supone que salvo de la peste a un fraile de la localidad. San Rafael es uno de los tres Arcangeles que existen en la cristiandad, su nombre significa en hebreo "sana El", "sana Dios" o "medicina de Dios", por lo tanto es un Arcángel relacionado con la curación de enfermedades. Además a San Rafael se le atribuye otro milagro:  el descubrimiento de las reliquias de los patrones de la ciudad: Acisclo y Victoria, en la iglesia de San Pablo.

Candelabro judío en la Sinagoga.

También en este siglo se construyó la Sinagoga de Córdoba, que es una de las cuatro que se conservan en España, las otras son: la Sinagoga del Agua en Úbeda, la Sinagoga del Tránsito y la Sinagoga de Santa María la Blanca, estas dos últimas en Toledo. Los judíos convivían con los cristianos en esta época puesto que no será hasta 1492 cuando se ordene su expulsión.

Torre de la Calahorra defendiendo el lado Sur del puente.


La ciudad recobrará ahora importancia política, ya que los reyes cristianos deciden construir el Alcázar de Córdoba,  que se convierte en residencia real. Enrique II de Trastámara manda construir la Torre de la Calahorra para defender así el puente romano de un posible ataque de Pedro I de Castilla, que se aposentó en el cercano Castillo de Almodóvar del Río, a tan solo 20 km de la ciudad.
Castillo de Almodóvar de Río
Jardines del Alcazar de Córdoba.
Edad Moderna 

Arco del Triunfo o Puerta del Puente.
Ya en el siglo XV, los Reyes Católicos, usarán el Alcázar como centro de mando para conquistar el Reino Nazarí de Granada, así que la corte se asentará en la ciudad durante varios años.

En la Edad Moderna, el obispo de Córdoba, ordena construir un crucero sobre la Mezquita, trasformando y rompiendo así la estructura original. Carlos V aprobó su construcción.

Con motivo de la visita de Felipe II a la ciudad se realizaron obras para "modernizar" Córdoba. El mayor ejemplo de ello es el Arco del Triunfo o Puerta del Puente, levantada justo en frente del puente romano, y que fue llamada Puerta de Algeciras 

Plaza de la Corredera
En los siglos siguientes se realizan varias obras arquitectónicas en la ciudad, entre las que destaca la Plaza de la Corredera, una plaza que sigue el modelo de plaza mayor castellana. Fue utilizada para corridas taurinas o bien para Juegos de Caña. Los Juegos de Caña eran muy comunes en la España de los siglos XVI y XVII, tiene origen militar árabe, y consistía en entrar a la plaza montado en caballo y lanzar cañas a modo de lanza a los contrincantes que debían pararlas con el escudo. También se hacían cargas de combate, en las que se debía escapar de los jinetes que cargaban contra ti.

Cualquier casa del centro
de la ciudad posee patios
decorados con flores y plantas
En los siglos XVII y XVIII, Córdoba sufre una gran decadencia, son siglos malos para España en general y se hace notar en esta ciudad. Son siglos donde el Imperio Español da sus últimos coletazos, y el pueblo tiene que soportar grandes impuestos para financiar guerras, además se suceden numerosas epidemias y hambrunas. Al final la población de Córdoba queda reducida a 20.000 habitantes.

Edad Cotemporánea

La ciudad no tendrá una recuperación clara hasta el siglo XX, cuando la población de la ciudad vuelve a crecer, pero lo que también es cierto es que no crece mucho la actividad económica. Así que lo que verdaderamente salva a la cuidad es su tendencia a la aparición de movimientos culturales.
El típico patio cordobés es un herencia de la casa árabe.

La ciudad es un museo al aire libre puesto que son muchos siglos de historia los que se pueden contemplar en sus calles y plazas. Sin duda una de las ciudades más brillantes de España, una de las pocas en las que se pueden ver hoy dia el reflejo de las tres culturas que convivieron en nuestro país en el pasado: la cristiana, la musulmana y la judía. Es por ello que se declara Patrimonio de la Humanidad a la Mezquita-Catedral de Córdoba y poco después se declara Patrimonio a todo su casco antiguo. Además ha conseguido que sus coloridos patios andaluces llenos de flores sean nombrados Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en diciembre del 2012.

Vista de Córdoba desde el Puente Romano
La Mezquita de Córdoba desde el aire. Fotografía de Toni Castillo Quero

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1 comentario:

  1. Que buenos recuerdos me trae Córdoba también.
    La verdad es que son preciosidades las que se encuentran por el sur de España. Ojalá pueda volver pronto para seguir descubriendo más rincones.
    Muy buen aporte.
    Te propongo desarrollar una entrada de mi otra ciudad: Madrid. A ver si me puedes sorprender con algún dato curioso de la capital.

    Un abrazo grandeee.

    Fran.

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